Fiestas patronales de SAN JOSÉ DE TÁCATA



                                                        Oradora  de Órden: Judith Hernández Buitrago

Muy buenas tardes a todas y todos los presentes en esta hermosa y sentida actividad, enmarcada en la celebración del Patrono de esta insigne parroquia: San José de Tácata del Municipio Bolivariano de Guaicaipuro.

Primeramente quiero expresar mi agradecimiento por la designación como oradora de orden, al Concejo Municipal de Guaicaipuro en este día tan especial, me siento honrada por ello; de igual manera a todos los presentes en este solemne acto, donde aflora la significación que tiene esta fecha para la comunidad que hace vida en este hermoso terruño llamado Parroquia Tácata.

Haciendo un rápido recorrido histórico, nos ubicamos en su fundación que de acuerdo a los estudiosos en la materia se realizó el 15 de abril de  1709, elevada a Parroquia en 1748, es decir, 39 años después de su fundación, bajo el patronato de San José, protector de los carpinteros y custodio de Jesús de Nazaret. Su nombre, Tácata, originario de la lengua Caribe, significa “lugar dentro del bosque” haciendo honor a la tupida y variada vegetación que destacaba en su geografía.

Oviedo y Baños, quien dejó narrativas escritas de hechos que acontecieron durante la invasión española, refiere que en las tierras de Tácata hacían vida diversas tribus indígenas caribes, entre ellas de los pueblos Teques y Quiriquires los cuales se resistieron heroicamente a ser sometidos. Entre los caciques tacateños destacaron Araguare y Camaco, cuyos cuerpos fueron vilmente mancillados por los invasores, y el cacique Parayauta quien fue vencido, hecho prisionero, posteriormente liberado como táctica de los invasores para lograr la pacificación; también Oviedo hace mención especial de un indígena llamado Yoraco el cual se dice poseía un collar de piedras azules, amuleto que le habían preparado los piaches, por lo cual las heridas le sanaban de forma inmediata.

La crónica de Oviedo y Baños narra que dicho collar fue entregado como botín al rey de España, Felipe II. Otros relatos destacan que el cacique Yoraco (Quiriquire) emprendía ataques sorpresa contra los españoles y desaparecía, aspecto que también le atribuían al amuleto.  Una vez vencido el aguerrido cacique Yoraco, el ya famoso collar fue buscado por el vencedor Rodríguez Suárez sin encontrarlo, se decía que el amuleto había sido absorbido por su dueño y por ello desapareció, nunca fue encontrado.

Una vez materializada con fuego y sangre la conquista del terruño tacateño, las tierras fueron objeto de encomiendas, éstas eran una forma de institución creada para consolidar la dominación española sobre el espacio geográfico y sus habitantes indígenas, los primeros encomenderos de Tácata fueron Francisco Infante y Garcí González, quienes iniciaron el saqueo a las minas de oro ubicadas entre los ríos Mésia y Guare (que conforman el río Tácata), conformándose posteriormente Tácata como encrucijada de la primera vía de comunicación entre el valle de Caracas, los llanos y los valles de Aragua  Luego se asentarán las haciendas cacaoteras con mano de obra esclava, adquiriendo cierta relevancia en esa época con la producción de este rublo, implantando luego la siembra de café y tabaco.

En la división política territorial de 1876 perteneció al Distrito Guzmán Blanco, integradas por Charallave, Tácata y Cúa. En 1891 con carácter de municipio es adscrito al Distrito Cúa, el cual incluía a gran parte de la hoy Parroquia Altagracia de la Montaña. Durante el gobierno del General Cipriano Castro se realiza una nueva división político territorial que es la que prevalece actualmente, pasando a formar parte del hoy Municipio Bolivariano de Guaicaipuro.

En la actualidad,  la Parroquia Tácata sigue destacando por su hermosa geografía, por su potencialidad para el turismo y la producción agrícola, por sus habitantes apacibles, respetuosos, pero con hidalguía guerrera, que  hace honor al pasado glorioso de su estirpe indígena, comprendiendo a cabalidad la realidad y el momento histórico que les ha tocado vivir, afianzando el futuro de los hijos de esta tierra privilegiada, con fortaleza, amor y sobre todo con mucha lealtad, lo cual es indicativo de la riqueza en valores, en principios, que tienen los tacateños.

Tácata ha sido cuna de ilustres personajes que han enaltecido al país, tales como Rafael Rivero Oramas (1904-1992) periodista, novelista, cuentista, pionero de la radiodifusión venezolana, cineasta y apicultor en sus últimos años; autor de obras como La Danta Blanca y El mundo de Tío Conejo, también fundó la revista Tricolor, la dirigió por 18 años, conocida en toda Venezuela y en la América de habla hispana. Publicó un método para enseñar a leer por medio de dibujos y palabras guías. Junto al escritor Rómulo Gallegos funda un estudio de cine llamado Estudios Ávila (1936) produciendo películas como Taboga (primera con sonido en el país) y Juan de la Calle (guion de R. Gallegos) entre otras.

Fulgencio Aquino (1915-1994)  gran músico y compositor. Se le conoció como el padre del arpa tuyera. Entre sus autorías musicales se encuentran Concierto a Ocumare, La Revuelta Tuyera, El Gato Enmochilado, El Pollino, entre muchas otras. Representó a Venezuela musicalmente en Francia, Alemania, Italia, Jamaica, Puerto Rico, Brasil y Ecuador, siempre dejando muy en alto el folclore nacional y como bien expresara en noviembre de 2016, Benito Irady, Presidente de la Fundación Centro de la Diversidad Cultural: “Recuerdo entonces que en un estudio del mundo árabe en nuestra música el investigador Rafael Salazar sostiene que en esta región a la que pertenece Fulgencio se crea la mejor escuela de arpa popular del país, que combina el modelo renacentista con las técnicas arábigo-orientales y con la polirritmia propia del mestizaje afrocultural venezolano. No hay duda, Los Aquino vienen de esa herencia”.

  De esta manera se ve reflejado por nombrar sólo dos nativos de la Parroquia Tácata, los brillantes aportes de los tacateños, no sólo a la región mirandina sino al país en general. Es así como el pueblo de “los tres golpes” Tá-ca-ta, destaca entre las parroquias de Guaicaipuro, además actualmente, aún con las grandes dificultades socio económicas que estamos atravesando   y debo decirlo aquí, es la parroquia invicta de Guaicaipuro en tiempos de revolución, es su gente, alegre, gallarda y valiente, que se mantiene en permanente lucha por lograr un mundo, una Venezuela, una parroquia mejor, para orgullo en su devenir.

Si revisamos la historia, como someramente lo hemos hecho, se deduce de donde procede ese brío, esa condición de lucha, esa naturaleza indómita, ese quehacer colectivo, esos valores y principios, que resaltan en los habitantes de este lindo y enaltecido terruño, son herencia de sus ancestros, haciendo honor a toda esa historia de lucha y resistencia contra el invasor y cuyo nombre de identificación geográfica que no ha sido sustituido, que igual, proviene de sus habitantes naturales, los indómitos guerreros indígenas caribes que poblaban estas tierras y que la denominaron y sigue llamándose TÁCATA.

Hoy por hoy el municipio Bolivariano de Guaicaipuro tiene el orgullo de tener en su composición geográfica a esta parroquia, de grandes potencialidades en todos los ámbitos y lo más importante: sus habitantes, trabajadores, alegres, cordiales, aguerridos, consecuentes, leales y dispuestos en su accionar a seguir luchando para “producir la mayor suma de felicidad posible”, como decía el libertador Simón Bolívar, entrelazado con el pensamiento de Hugo Chávez cuando afirmó en 1999: ”Construiremos la Patria, ¡No tengo la menor duda!.”

 Y en estos momentos complemento a nombre de todos: Si Comandante, juntos la estamos construyendo, no tenga la menor duda, aún con las dificultades no desmayaremos, continuamos firmes siguiendo la utopía en la construcción de la Patria Socialista.

¡Honor a los tacateños en su festividad del Santo Patrono!

19 de marzo de 2017

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